Acerca de mis circuncisiones en casa
Hola y bienvenido. Soy el rabino Gadi (suena como Gotti) Levy.
En 2007, sentí el llamado a convertirme en Mohel (especialista y experto en circuncisión) y me comprometí a realizar la rigurosa capacitación requerida. Esta vocación se ha convertido en uno de los mayores privilegios de mi vida. Para mí, ser especialista en circuncisión es mucho más que un procedimiento quirúrgico: es un pacto personal con Dios y un recordatorio constante de que debo recorrer un camino espiritual. Estaba decidido a aprender de “los mejores” y busqué al rabino Yehudah Gihat, descendiente de una de las principales familias Mohel de Israel y residente en Jerusalén, para que fuera mi guía. Él me enseñó las técnicas tradicionales probadas y comprobadas que se han utilizado con éxito en las circuncisiones mohel durante siglos. Me considero un verdadero profesional, 100 % dedicado a mi oficio y formado en los mejores métodos, por los mejores maestros.
También soy un rabino con formación tradicional y el líder espiritual de L"Chaim Center, un centro de aprendizaje judío en Deerfield, Illinois. Después de dedicar muchos años al estudio profundo del Talmud y la ley judía en Israel, mi esposa y yo decidimos compartir nuestro amor por el judaísmo con las comunidades judías de la diáspora. Comenzamos a enseñar en The Jewish Experience (www.theje.com) en Denver, Co. Después de cuatro años en Denver, mi esposa Eve Levy y yo fuimos invitados a ayudar a desarrollar la comunidad judía de Portland, Oregon. Inicialmente nos unimos al Portland Kollel (www.portlandkollel.org), pero pronto fuimos invitados a liderar la comunidad sefardí de Ahavath Achim (www.ahavathachim.com).
Creo que la sabiduría que se encuentra en este antiguo libro no es menos impactante hoy que hace miles de años. Tiene relevancia universal para personas de todas las religiones que pueden encontrar consuelo, inspiración y valiosas lecciones de vida en sus páginas. Mi objetivo es aportar una dimensión espiritual a mis interacciones con todas las personas, sin importar su fe, y en particular, con las maravillosas familias que me invitan a sus hogares para circuncidar a sus hijos.
De todas mis calificaciones y reconocimientos, el que más me enorgullece es mi papel como esposo amoroso de mi maravillosa esposa, Eve, y padre devoto de mis seis hermosos hijos.
“El rabino Gadi… se comunicó bien, tanto antes como el día del procedimiento; abordó todas nuestras inquietudes y fue muy profesional. No somos judíos; fue respetuoso con nuestros deseos”
– Pastor Doug y Jessica
Durante los doce años (hasta la fecha) que he trabajado como especialista en circuncisión mohel, he tenido la suerte de haber realizado más de mil circuncisiones mohel tanto para familias cristianas como judías. Esta gran cantidad no disminuye en modo alguno el asombro que siento por cada una de ellas. Cada familia es única y cada bebé es un regalo de Dios.
No me considero simplemente un cirujano que realiza un procedimiento, sino un amigo de la familia del recién nacido. Me esfuerzo por hacer que esta circuncisión mohel sea significativa y alegre para toda la familia. A diferencia de un cirujano de hospital tradicional, me aseguro de reunirme con cada familia (o hablar por teléfono con ella) en profundidad antes del día de la circuncisión mohel. Intento aprender sobre usted, sus valores, tradiciones y esperanzas para su hijo para poder realizar una ceremonia que esté en línea con sus creencias y preferencias. Me tomo todo el tiempo que necesite para explicarle el procedimiento y responder a sus preguntas de manera abierta y transparente.
La Biblia nos manda cuidar de los más vulnerables y ayudar a las viudas, los enfermos y los huérfanos. No creo que exista una persona más vulnerable que un pequeño recién nacido o su madre, que recientemente ha sometido su cuerpo al milagro del nacimiento. Siento un profundo sentido de privilegio y satisfacción en mi papel de brindar fuerza, cuidado y empoderamiento a la madre y al niño a través del trabajo que hago.
Cuando entro en su hogar para circuncidar a su amado hijo, entro con reverencia y respeto y con la esperanza de poder enriquecer sus vidas y fortalecer sus relaciones entre sí y con Dios. Cada vez que realizo una circuncisión, recuerdo nuevamente la bendición de dar la bienvenida a un nuevo niño al seno de su familia y de Dios.
Amo lo que hago. Amo a las familias con las que trabajo y a cada uno de los preciosos bebés que he tenido el privilegio de conocer. No veo la hora de conocerte y ayudarte a darle la bienvenida al mundo a tu hijo de esta manera increíblemente inspiradora y significativa.
“Para algunas familias, el pacto de la circuncisión ocupa un lugar muy especial en sus corazones y en su fe. El rabino Levy lo entiende de una manera que tiene mucha profundidad”.
-Caridad
